domingo, 11 de diciembre de 2011

Ver

A ver las sombras
A ver las sobras
los sobres y las cartas
A ver los círculos
y los caracoles en nuestro patio
bajo la luna
sobre el verano
detras de tus pasos
A ver las flores de mi jardín
A ver los colores de mi sombra
mi sombra de colores
que se decide a seguirte
y al son de tus tacos
baila entre azucenas y dioses
Tocan flautas y bebemos vino
y la sombra de nuestro árbol nos da un hijo
te ilumina la cara
caraluz, infinito círculo de brillo
A ver tu sombra
será fugaz o será eterna
¿será tierra
de nuestro jardín
desparramada
en una triste vereda?
A ver este hielo en mi mejilla
como mejor sabe rodar
A ver nuestras luciérnagas
porque ellas necesitan la noche
para poder brillar

NINIÑOS

Saltando de un auto al otro
Perfumando de tirabuzones celestes y tibios
la rasposa bruma negra azulada bajo sus pies
Pimpollando sonrisas canábicas o adhesívicas
Calumniando a la angustia existencial
con la sencillez del respirar
Defecando luz en los lentes oscuros
de los más oscuros hombres y mujeres
apurados por recibir la premiación
de ser puro sexo sin sentimiento
en la lejanía antiséptica
de la estética snob primordial

Estupefaciendo flores
con las pulgas de sus colchones
Manejando a diestra manifiesta
el tricolor
de un semáforo sin raíz
en esquinas que no piden paz
Niniños colaborando
en inyectar sangre que arde y duele
a tanta idiotez salvaje
muerta
santa
bella
revística
fotográfica
pornográfica
ciudad

Ni chicos, ni infantes, ni adolescentes, ni delincuentes, ni pobrecitos, ni peligrosos, ni mocosos: niniños.
Garabatos de un dios de cobardía a sueldo. Garabatos sin pudor, juguetones, como pequeños crímenes de mi mundo humano antisocial.