Soñás de costado
con una mano que se estira fuera del cuerpo
y un sol que raspa la ventana
El ojo abierto, brillante
lleno de vidrio
colado entre los tientos
sueña tu cuerpo
Una letanía de silencio insoportable
mezcla anaranjado y ocre
lo que antes era metal y cemento.
El gato
tu gato
nuestro gato
en el perfil de la figura inmóvil.
¿Cuántos desvelos te has llevado al olvido
en estos casi 40 años?
Las rodillas
disueltas en la conjetura de la asimetría
El labio hueco ha perdido el recuerdo
y se acalambra de miedo
Ese agujero de luz que es tu día
se lleva en el epílogo
de tu sueño de costado
una palabra
capaz de devolverte el brazo
algo de tu pierna
y tus apocalípticos dedos.