Viene y baja la sombra,
lo que las caricias niegan,
el ruido sordo y la incógnita.
Sinusoide la palabra
bordea un sacrilegio,
alcanza mi boca
pero duermo.
Evito la vibración de mi espacio
Entonces digo: la lluvia...
y no es el rastro de una relación muerta.
Muestras tus uñas
y no hago caso a tu destino:
la muñeca cerró los ojos para siempre.
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