Soñás de costado
con una mano que se estira fuera del cuerpo
y un sol que raspa la ventana
El ojo abierto, brillante
lleno de vidrio
colado entre los tientos
sueña tu cuerpo
Una letanía de silencio insoportable
mezcla anaranjado y ocre
lo que antes era metal y cemento.
El gato
tu gato
nuestro gato
en el perfil de la figura inmóvil.
¿Cuántos desvelos te has llevado al olvido
en estos casi 40 años?
Las rodillas
disueltas en la conjetura de la asimetría
El labio hueco ha perdido el recuerdo
y se acalambra de miedo
Ese agujero de luz que es tu día
se lleva en el epílogo
de tu sueño de costado
una palabra
capaz de devolverte el brazo
algo de tu pierna
y tus apocalípticos dedos.
Brebajes Literarios de un Perro Imaginario
Costillas adentro: Tombuctú de noche. En el balcón del insomnio, un solitario oficio de vomitar irracionalidad. Cabeza abajo: el rococó centesimal de mi saliva
lunes, 23 de enero de 2012
domingo, 11 de diciembre de 2011
Ver
A ver las sombras
A ver las sobras
los sobres y las cartas
A ver los círculos
y los caracoles en nuestro patio
bajo la luna
sobre el verano
detras de tus pasos
A ver las flores de mi jardín
A ver los colores de mi sombra
mi sombra de colores
que se decide a seguirte
y al son de tus tacos
baila entre azucenas y dioses
Tocan flautas y bebemos vino
y la sombra de nuestro árbol nos da un hijo
te ilumina la cara
caraluz, infinito círculo de brillo
A ver tu sombra
será fugaz o será eterna
¿será tierra
de nuestro jardín
desparramada
en una triste vereda?
A ver este hielo en mi mejilla
como mejor sabe rodar
A ver nuestras luciérnagas
porque ellas necesitan la noche
para poder brillar
NINIÑOS
Saltando de un auto al otro
Perfumando de tirabuzones celestes y tibios
la rasposa bruma negra azulada bajo sus pies
Pimpollando sonrisas canábicas o adhesívicas
Calumniando a la angustia existencial
con la sencillez del respirar
Defecando luz en los lentes oscuros
de los más oscuros hombres y mujeres
apurados por recibir la premiación
de ser puro sexo sin sentimiento
en la lejanía antiséptica
de la estética snob primordial
Estupefaciendo flores
con las pulgas de sus colchones
Manejando a diestra manifiesta
el tricolor
de un semáforo sin raíz
en esquinas que no piden paz
Niniños colaborando
en inyectar sangre que arde y duele
a tanta idiotez salvaje
muerta
santa
bella
revística
fotográfica
pornográfica
ciudad
Ni chicos, ni infantes, ni adolescentes, ni delincuentes, ni pobrecitos, ni peligrosos, ni mocosos: niniños.
Garabatos de un dios de cobardía a sueldo. Garabatos sin pudor,
juguetones, como pequeños crímenes de mi mundo humano antisocial.
jueves, 20 de octubre de 2011
Al regresar
La tarde es la coronación del gato con sillón.
Mate que visita una boca
para dejar la lengua amarga.
para dejar la lengua amarga.
Se van a dormir mis células,
una parte tan disimulada de la vida.
Los techos me llevan en vuelos imprecisos
hasta ojos que me ven atado al aire
en los juegos de los peces
opuestos a una corriente
y en crías animales.
Saltan adentro
perfuman mis costillas,
mi saco indoloro,
ya sin cruz
Creo que los monstruos soy yo.
jueves, 11 de agosto de 2011
La consecuencia de no aprender
Viene y baja la sombra,
lo que las caricias niegan,
el ruido sordo y la incógnita.
Sinusoide la palabra
bordea un sacrilegio,
alcanza mi boca
pero duermo.
Evito la vibración de mi espacio
Entonces digo: la lluvia...
y no es el rastro de una relación muerta.
Muestras tus uñas
y no hago caso a tu destino:
la muñeca cerró los ojos para siempre.
lo que las caricias niegan,
el ruido sordo y la incógnita.
Sinusoide la palabra
bordea un sacrilegio,
alcanza mi boca
pero duermo.
Evito la vibración de mi espacio
Entonces digo: la lluvia...
y no es el rastro de una relación muerta.
Muestras tus uñas
y no hago caso a tu destino:
la muñeca cerró los ojos para siempre.
viernes, 29 de julio de 2011
Del ahora
Y ahora es cuando se desea
el tiempo en la pluma de una golondrina
la piel enredada en el edredón de un amor que no existe
la sed como un punto de fuga del lado vacío de la cama
que los días atormenten con sus nubes oscuras
y perfume de lluvia a los enamorados
Ahora es cuando me viene la imagen borrosa del espejo en un reloj cotidiano
impreciso y sin cuerda
La caminata sin brújula en un bosque seco
de luna tranquila
ya sin tu recuerdo
te echo al montón de olvidos
Porque ahora es el tiempo de la paz fría
de un mundo que soy en cuanta cosa que piso
de un piso que no se hunde más
porque más hundido no se puede estar
Ahora es el tiempo que respiro y no te espero
jueves, 9 de junio de 2011
EL TERRITORIO DEL PERRO
y no me hagas hablar más.
Rodea, rodea con tu baba mi estrella
estrella nunca fugaz
Termina, termina este agujero
de albas y uñas rotas
Resuelve esta tormenta
sacando afuera el pensar
para siempre, por siempre,
hasta nunca, hacia nunca.
Camina, camina cerca de aquí
mi animal descuartizado
rompe mis ojos con tu lengua
de clavos y vidrios
que la tierra, que el sur,
que el olvido, que el aire,
que los picos de los cerros
que los agujeros en el océano
que todo ahora está tan cerca de ser lo que nunca fue.
domingo, 1 de mayo de 2011
Anchos de bastos
No a los cascabeles de los peces.
Moviendo piedritas para no morir de aburrimiento.
No a la lluvia que viene
y que promete llevarse en su viento
el recuerdo de haber pasado por mí.
No a las muchedumbres atrapadas en los velos de las cosas bellas.
No a la manca postura de los que no nos imaginamos a la vida sin música
la suerte perdida, el engaño al día,
los almohadones tirados
por toda una casa vacia.
Encerados, lustrados, cromados
los compases metronómicos se pierden entre mis paredes.
Que vulgar soy y cuanto me cuesta
y me avergüenza saberlo así, de esta manera,
desparramado en el piso
por propia voluntad.
Moviendo piedritas para no morir de aburrimiento.
No a la lluvia que viene
y que promete llevarse en su viento
el recuerdo de haber pasado por mí.
No a las muchedumbres atrapadas en los velos de las cosas bellas.
No a la manca postura de los que no nos imaginamos a la vida sin música
la suerte perdida, el engaño al día,
los almohadones tirados
por toda una casa vacia.
Encerados, lustrados, cromados
los compases metronómicos se pierden entre mis paredes.
Que vulgar soy y cuanto me cuesta
y me avergüenza saberlo así, de esta manera,
desparramado en el piso
por propia voluntad.
CienHaga
En una fosa poco profunda, junto a tu cama
el agua helada cubre tus pies
Es el barro que hiede dolor
son las orquídeas que arrojaste a un barco que pasó
Y el invierno, y este foso... lleno de sapos sin ley
En tu mano todavía brillan
las botellas rotas de ayer
que es asuencia de esqueletos de rosas y calas
que es abrigo de un pensamiento inmundo
que es la sequía de los peatones y las polillas
que es la selva rasgada
dibujada en un mapa sin tesoros
que insiste en llevarme.
Es el barro que hiede dolor
son las orquídeas que arrojaste a un barco que pasó
Y el invierno, y este foso... lleno de sapos sin ley
En tu mano todavía brillan
las botellas rotas de ayer
que es asuencia de esqueletos de rosas y calas
que es abrigo de un pensamiento inmundo
que es la sequía de los peatones y las polillas
que es la selva rasgada
dibujada en un mapa sin tesoros
que insiste en llevarme.
Cuando viaje
Seré siempre el mismo tipo triste
que ansía el menos y la nada?
Seré por siempre
paciente de agua y piedra?
Miraré así los jardines del otoño?
Caminaré entonces sin tu lado derecho e izquierdo?
Moveré los hilos de las sombras que se alejan de una estación?
Reuniré fruta,vino y sal entre mis cuerdas?
Tendré eternamente el precipicio de tus pinturas en mis ojos?
Anidaré en picos de montes de roca y viento?
Tan lejos viajaré
que el suelo
será un poema en tres versos
que ansía el menos y la nada?
Seré por siempre
paciente de agua y piedra?
Miraré así los jardines del otoño?
Caminaré entonces sin tu lado derecho e izquierdo?
Moveré los hilos de las sombras que se alejan de una estación?
Reuniré fruta,vino y sal entre mis cuerdas?
Tendré eternamente el precipicio de tus pinturas en mis ojos?
Anidaré en picos de montes de roca y viento?
Tan lejos viajaré
que el suelo
será un poema en tres versos
Hacia
Digo adiós a mi partitura divina
que me permitía tocar sin leer
adiós al sol céntrico, feliz
adiós enaguas rojas y negras
adiós a los testigos detrás de las puertas
a la cigüeña desplumada que salía de tu boca entreabierta
a los corazones para fumar marihuana con sabor a dulce de leche
a los enfermos mentales que fuí
cuando salté por esa ventana
a los cuadros doblados por las costuras de mis ojos
a la caprichosa lectura de ramas apiladas
esperando la fogata.
Viene un relieve
ojos en la oscuridad
Viene la siesta hecha de viento
soledad sin crueldad
un cementerio de luces lila
flores, árboles y terribles alucinaciones de infancias retorcidas
que me permitía tocar sin leer
adiós al sol céntrico, feliz
adiós enaguas rojas y negras
adiós a los testigos detrás de las puertas
a la cigüeña desplumada que salía de tu boca entreabierta
a los corazones para fumar marihuana con sabor a dulce de leche
a los enfermos mentales que fuí
cuando salté por esa ventana
a los cuadros doblados por las costuras de mis ojos
a la caprichosa lectura de ramas apiladas
esperando la fogata.
Viene un relieve
ojos en la oscuridad
Viene la siesta hecha de viento
soledad sin crueldad
un cementerio de luces lila
flores, árboles y terribles alucinaciones de infancias retorcidas
lunes, 21 de marzo de 2011
BAHIA
¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa
costumbre de tus alas
que refrescan el aire y renuevan la luz?
Sin ti, ni el pan ni el vino,
ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso
color de la mañana
tienen ningún sentido ni para nada sirven.
Allá fuera está el mar,
allá fuera, en el mundo, estás tú.
Comiendo tú sin mí:
tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.
Yo aquí, ante los manteles opacos
y la bebida amarga,
ante platos sin sabor ni colores.
Lo intento, sí, lo intento, pero cómo
comer sin ti, ni para qué...
Tú te has llevado tu olor a bosque
y el gusto de la vida.
Fuera están mar y aire.
Dentro, yo solo frente a la mesa puesta
que ha perdido su voz y su alegría.
ANTONIO GADA
costumbre de tus alas
que refrescan el aire y renuevan la luz?
Sin ti, ni el pan ni el vino,
ni la vida, ni el hambre, ni el jugoso
color de la mañana
tienen ningún sentido ni para nada sirven.
Allá fuera está el mar,
allá fuera, en el mundo, estás tú.
Comiendo tú sin mí:
tu hambre, tu pan, tu vino y tu mañana.
Yo aquí, ante los manteles opacos
y la bebida amarga,
ante platos sin sabor ni colores.
Lo intento, sí, lo intento, pero cómo
comer sin ti, ni para qué...
Tú te has llevado tu olor a bosque
y el gusto de la vida.
Fuera están mar y aire.
Dentro, yo solo frente a la mesa puesta
que ha perdido su voz y su alegría.
ANTONIO GADA
martes, 15 de marzo de 2011
EN EL BOSQUE
Cada día una ráfaga me empuña procurando mi identikit.
Siempre traza el rumor
que llega a la espesura y sopla:
Soy mi desconocida.
Tal vez
tu mensajera sin memoria
o tu evasión
sopla el pájaro espejo
cancelándome.
Tan sólo sé
que el bosque errante de los hombres
es mi hogar.
AMELIA BIAGIONI
Siempre traza el rumor
que llega a la espesura y sopla:
Soy mi desconocida.
Tal vez
tu mensajera sin memoria
o tu evasión
sopla el pájaro espejo
cancelándome.
Tan sólo sé
que el bosque errante de los hombres
es mi hogar.
AMELIA BIAGIONI
LA FELICIDAD SIN TESTIGOS
Preparo mi aliento
la mesa indolente cambia de forma a la
intemperie
toma la apariencia de una mujer
de un cuchillo que busca mi pecho
de proyectos al rojo nocturno de los fracasos
vitrina de viaje incendiada al rozar los paisajes
secretos de la noche
a veces retumba un viejo día
aparece un hueso de nube
un insecto cerrando el paso a las montañas
una sonrisa helada
el tambor azul lejanía hecho de espumas
el camino inocente que asesina
Hierro de límites
la tierra con la negra armadura del olvido
aúlla en su jaula
con mirada de lobo de ruinas
belleza insegura inalcanzable
el relámpago ha empapado esos rostros
el lecho se pierde a través de las ciudades y del
follaje
No hay más llave que tu deseo el temblor de
rabia entre las piedras
el salvaje paraíso del sexo
con su polvo de fuego en busca de las almas
ninguna esperanza:
la puerta está rajada por la astronomía
el jardín es la risa de los muertos
ENRIQUE MOLINA
la mesa indolente cambia de forma a la
intemperie
de un cuchillo que busca mi pecho
de proyectos al rojo nocturno de los fracasos
vitrina de viaje incendiada al rozar los paisajes
secretos de la noche
a veces retumba un viejo día
aparece un hueso de nube
un insecto cerrando el paso a las montañas
una sonrisa helada
el tambor azul lejanía hecho de espumas
el camino inocente que asesina
Hierro de límites
la tierra con la negra armadura del olvido
aúlla en su jaula
con mirada de lobo de ruinas
belleza insegura inalcanzable
el relámpago ha empapado esos rostros
el lecho se pierde a través de las ciudades y del
follaje
No hay más llave que tu deseo el temblor de
rabia entre las piedras
el salvaje paraíso del sexo
con su polvo de fuego en busca de las almas
ninguna esperanza:
la puerta está rajada por la astronomía
el jardín es la risa de los muertos
ENRIQUE MOLINA
lunes, 7 de marzo de 2011
Ya basta!!!
No es azul ni turquesa tu recuerdo
sino todo el sol
el sol muriendo
y niños sin espalda llorando
lanzándose uno a uno
de blancas y anaranjadas nubes
_______________________________________________
Chofer: hasta Roma...
Las tiendas o los tendones
el bisturí sólo en presencia
el boleto que se aprieta en los dedos
La belleza de días fríos
Arrancarme la cabeza debería
quitar cada palabra
sino todo el sol
y niños sin espalda llorando
lanzándose uno a uno
de blancas y anaranjadas nubes
_______________________________________________
Chofer: hasta Roma...
Las tiendas o los tendones
el bisturí sólo en presencia
el boleto que se aprieta en los dedos
La belleza de días fríos
Arrancarme la cabeza debería
quitar cada palabra
En contra de mi nombre
Ejercicio de caer, de experimentación del vacío. Caer creyendo que vuelo. Ingenua forma de despegar los pies del suelo.
Resistencia al impulso de ir tras tu huella. Meticulosidad del abandono. Inferioridad de condiciones (quienquiera será más que yo). Mi espíritu es endeble. Una deformación de la voluntad que termina gritando al borde de los precipicios. No se alejarme de los golpes. Los gestiono como si de ello dependiera mi respiración. Luego, el golpe, me la corta, y vuelvo a caminar dormido, entumecido.
Que eficaz ha sido mi indiferencia para transformar tu inocencia en grito.
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